La lana nos ha acompañado a lo largo de nuestros años de humanidad desde que empezamos a tejer. Para ver los primeros tejidos de lana que se han encontrado tenemos que remontarnos al 3000 a.C. en el antiguo Egipto, pues se han encontrado tejidos de lana en tumbas egipcias de esa época. No cabe duda de que la lana era un material muy valorado, así que se fue extendiendo por distintas culturas a través de los años hasta llegar al día de hoy, que sigue estando muy presente en nuestras vidas, tanto en la ropa y mantas que compramos, como en la que tejemos manualmente.
Hoy os vamos a hablar de los distintos tipos de lana de origen animal que hay y los usos que se les da, ¡así que muy atentos!
Lana merina
Si visitamos una tienda de lana, lo más seguro es que la primera que aparezca como opción más popular y recomendable es la lana merina. Este tipo de lana viene de la oveja merina y destaca por su suavidad, su finura y su ligereza. Además, se trata de un tejido transpirable y posee propiedades termorreguladoras, es decir, regula la temperatura corporal y absorbe la humedad, lo que la hace idónea para climas tanto fríos, como cálidos.
¿Y para qué se utiliza la lana merina? Pues como hemos mencionado, por su suavidad, se utiliza para prendas que están en contacto directo con la piel, como suéteres finos, calcetines o bufandas, así que si vas a tejer una de estas prendas, una de las mejores elecciones es la lana merina, pues resulta muy agradable al tacto directo con la piel y no la irrita, pues es muy fina.
Lana alpaca
Otra de las opciones populares que existen en el mundo de las lanas de origen animal es la lana de alpaca, un animal de la familia de las llamas y que viven principalmente en sudamérica, en la zona de los os Andes de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, Argentina y Colombia. La lana de alpaca es muy suave y cálida, por lo que se utiliza preferentemente en la confección de prendas de abrigo, como jerséis, abrigos y mantas.
Lana de cachemira
La lana de cachemira, similar a la de alpaca, es otra de las más conocidas y mejor valoradas. Proviene del pelaje de la cabra de cachemira, que es originaria de la región de Cachemira en el subcontinente Indio. Se trata de un tipo de lana muy apreciada a lo largo de la historia por su calidez, pues abriga sin ser voluminosa, y por su suavidad.
Se utiliza para hacer prendas de vestir de calidad y con alta durabilidad, como suéteres, chales, bufandas, guantes y abrigos de lujo, prendas perfectas para climas fríos en donde se quiere vestir elegante.
Lana de mohair
Queremos hablar también de la lana de mohair, que quizás no es tan conocida como las anteriores, pero merece la pena mencionarla. Proviene de las cabras de Angora y es un tipo de lana suave, brillante y duradera, presenta alta resistencia es por eso que se usa principalmente para abrigos de lujo. Al no arrugarse, es también una de las preferidas en la elaboración de trajes, chaquetas y vestidos de invierno.
Lana de Angora
Los suéteres de angora son también muy conocidos, ¿verdad? A diferencia de la lana de mohair, que proviene de las cabras de Angora, esta lana proviene de los conejos de angora, que tienen un pelaje extremadamente suave, de ahí que se utilice para prendas delicadas en contacto directo con la piel, como suéteres, patucos…
Hasta aquí nuestra guía de lanas de origen animal, las de origen vegetal y las sintéticas las dejamos para otro día, ¿os parece? En lanasemi.es podéis encontrar todo tipo de lana para realizar vuestros proyectos, así que echad un vistazo a todas las opciones que nos ofrecen. ¡Que disfrutéis tejiendo!