Cuando elegimos un sofá, es habitual que tengamos en cuenta aspectos como el tamaño, el diseño o la comodidad. Pero solemos prestar poca atención al tejido que lo cubre, cuando, en realidad, es un elemento que, además de ser clave para la estética, aumentará el confort y alargará la vida de tu sofá.
Al elegir la tela para la tapicería del sofá hay que hacerse una serie de preguntas para escoger la mejor opción: ¿Qué uso le vamos a dar? ¿En qué lugar va a estar colocado? ¿Hay niños o mascotas en casa?
La tapicería es un elemento que sufre mucho con el paso del tiempo. Puede darse la situación de que esté muy desgastada pero no queramos deshacernos del sofá, y nos planteemos cambiar la tapicería.
Hay dos motivos principales por los que retapizar un sofá en lugar de comprar uno nuevo: bien porque es una pieza antigua o con valor sentimental para nosotros, o porque está fabricado a medida y es especialmente cómodo. En cualquier caso, tapizar el sofá es siempre una inversión a largo plazo, ya que consigues alargar su vida útil unos 10 años más.
Si te encanta tu sofá, te resulta muy cómodo y no quieres cambiarlo, puedes volver a tapizarlo con telas especiales. A continuación, te damos todas las claves para escoger las mejores opciones que alarguen la vida de tu sofá. Conseguirás que parezca nuevo.
¿Cuáles son las mejores telas para tapizar un sofá?
Piel
Es una de las alternativas con coste más elevado, pero presenta también muchas ventajas que pueden hacer que merezca la pena. Tiene una gran durabilidad, con el mantenimiento adecuado (hidratación y limpieza del cuero) una tapicería de piel puede llegar a durar hasta 20 años.
Es un material duradero y agradable, que conserva bien el calor, y además es versátil. Hay distintos tipos de piel que se adaptan a todos los ambientes y estilos, aportando un interesante impacto visual a la habitación.
Algodón
Es una fibra natural muy resistente a rasgados y arañazos, flexible y con mucha transpiración. Resulta ideal para ambientes muy cálidos ya que es un tejido muy fresco.
Pero al ser una fibra natural, tiene ciertos problemas: es muy inflamable, se arruga con facilidad y ciertos tipos de algodón puede encoger fácilmente si se mojan o si el ambiente es muy húmedo.
Lino
Otra fibra natural bastante valiosa y popular. Además de ser cómoda al tacto, presenta la ventaja respecto al algodón de soportar muy bien las humedades.
Su problema es que se arruga incluso más que el algodón, aunque para muchos esto es un aspecto estético que aporta naturalidad a la tapicería.
Microfibras
Los tejidos de microfibras son los más prácticos y duraderos. Son agradables al tacto, aterciopelados y suaves, y además son muy fáciles de limpiar ya que repele bastante el agua.
Piel sintética
Sin duda, es una opción más barata que la piel natural. Es duradera, resistente a aceites, desgarros, y se deforma menos que el cuero.
Es una buena alternativa para los que quieren conseguir el acabado y la apariencia elegante y sobria del cuero pero a un precio más asequible.
Alcántara
Es un material compuesto de poliéster y poliuretano de tacto mullido y suave similar al terciopelo. No se deforma con el paso del tiempo y se lava muy fácilmente.
Es un material sorprendentemente resistente y versátil. Sin embargo, su precio es bastante elevado, similar al de la piel.
Loneta
Es un tejido de algodón pero con un acabado más grueso y resistente. Conserva la apariencia natural del algodón pero se arruga menos y tiene mayor durabilidad.
Terciopelo
Es un material muy suave, de aspecto elegante y sofisticado. Es muy agradable al tacto, tanto que otros materiales sintéticos imitan su suavidad. Además, es un tejido que no se arruga y conserva bien el calor. Tiene una buena relación calidad-precio, haciéndolo una opción muy popular.
Materiales innovadores
Actualmente, existen materiales sintéticos desarrollados especialmente para tapicerías. Son tejidos versátiles y resistentes, especialmente pensados para ser antimanchas y resistentes al agua. Son las opciones más demandadas hoy en día.
¿Compensa tapizar un sofá?
Esto es algo que debes valorar por ti mismo. Por lo general, volver a tapizar un sofá sólo tiene sentido si la estructura del sofá está en buen estado. Si es un mueble de calidad, se mantiene sólido y sus elementos están en perfectas condiciones, es un buen candidato para que lo tapicemos. Eso sí, tienes que tener en cuenta que estarás realizando una inversión, y hay ciertos elementos que debes considerar.
¿Cuánto cuesta tapizar sofá?
Debes tener en cuenta que, por lo general, para tapizar un sofá de dos plazas se suelen necesitar unos 14 metros de tela, y si es un sofá de tres plazas, se necesitarán 16. Necesitaremos aún más si queremos tapizar chaise long u otros elementos de mayor tamaño.
En cuanto al coste económico, el aspecto determinante será el tipo de tela que elijas. Ya hemos visto que hay opciones más económicas que otras, y comprar 15 metros de tejido (de media) puede resultar carísimo en opciones como el cuero. Por supuesto, el presupuesto general dependerá también del profesional en quien confíes. En cualquier caso, lo mejor es contactar con diferentes opciones para el tapizado y pedir distintos presupuestos, para así poder elegir el que más nos convenga.
En líneas generales, para saber si te compensa retapizar tu sofá, te puedes orientar por su precio: si el presupuesto para tapizarlo es un 40% (o menos) del valor del sofá, es que es una opción viable. Si aún no siendo así el sofá tiene tanto valor para ti que quieres conservarlo a toda costa, adelante. En cualquier caso, tapizar un sofá es siempre una garantía de que estamos conservando una parte de nuestro hogar durante muchos más años.
Fuente: información sobre las mejores telas para exterior del blog de fábrica de sofás.